Por. Carlos Hernán Escobar Ramírez[1]
Parece que los expertos se han puesto de acuerdo en que la guerra entre los seres humanos, es casi inherente a la historia de la humanidad. Según la BBC, hay evidencias de que en el paleolitico los neardentales entraban en conflicto con sus pares, ya fuera por los recursos para la elaboración de herramientas de piedra o por el control de los insumos para lo que hoy llamamos agricultura. Por su parte, El País de España cuenta que las guerras han estado presentes en todos los momentos de la humanidad, para ellos nos recuerda que han tenido distintas motivaciones: la posesión de territorio, por honor como se narra en la famosa Ilíada de Homero e incluso por la fe como se puede aprender de la Biblia en el antiguo testamento. El caso es que nadie podrá negar que el ser humano ha estado inmerso durante su historia en constantes enfrentamientos.
2022 años después de Cristo, la humanidad ha atravesado por incontables guerras de colonización, independencia, mundiales, la batalla contra el Covid-19 hasta llegar al conflicto bélico entre Rusia y Ucrania. Sin embargo, y pese a la desgracia que han sido todas y cada una de esas guerras, hoy mantenemos en nuestro cotidiano vivir el uso de un lenguaje bélico y, así no lo queramos, aceptamos como natural que se nos imponga esta forma de relacionarnos. Los comentaristas deportivos suelen usar la palabra enfrentamiento para referirse a un encuentro deportivo. los teóricos del derecho y quienes lo practicamos, me incluyo, aún usamos expresiones tales como: igualdad de armas para referirnos a las condiciones de las partes en un proceso. Llamamos litigio a lo que en realidad es la gestión de un proceso judicial y es que hasta el respetado jurista Luigi Ferrajoli explicando qué es el proceso acusatorio afirma que es una contienda entre iguales. Finalmente, los analistas políticos califican de contienda el certamen electoral y coloquialmente llaman “quemados” a quienes pierden las elecciones.
Me pregunto ¿será que tenemos que vivir en medio de un ambiente violento? Considero que está en cada uno empezar a pacificar su forma de relacionamiento con la sociedad. A esta reflexión llego en momentos en los cuales comienzan a calentarse los motores de las campañas políticas y en los cuales, pareciera que, con tal de vencer al contendor, es permitido cualquier tipo de estrategia. Leo constantemente expresiones de unos y otros que aluden a la confrontación, al enfrentamiento entre quienes compiten por un cargo público. Sin embargo, no puedo aceptar que se utilice un lenguaje violento, de ataque, agresivo, que busca hacer daño y cuando el único objetivo es derrotar al enfrentado. Somos una sociedad violenta e intolerante la que a diario se alimenta de ese lenguaje bélico; es momento de pacificar el lenguaje y así intentar, de una buena vez, vivir totalmente en paz.
[1] Abogado especialista y magister en derecho penal, Conjuez de la Sala Penal del Tribuna Superior de Cali, Docente Universitario, Consultor, Asesor y litigante en asuntos penales.